EL SILENCIO EN ESCENA.

EDUARDO CONTRERAS MERINO.

Hay muchas teorías que tratan de dar una explicación acerca del porqué de este fenómeno, estas explicaciones van desde las de orden biológico, en donde el componente genético juega un papel preponderante y, aunque se han realizado numerosas investigaciones al respecto, no se ha demostrado sin lugar a dudas que el autismo sea producido por una cuestión genética o hereditaria.

Dentro de esta posición médica-biológica también existe una corriente que busca explicar el origen del autismo en un problema de corte neurológico, esto se fundamenta en que varios de los casos registrados de autismo van acompañados de algunos problemas de epilepsia, lo cual puede indicar la posibilidad de un problema a nivel cerebral.

Por otro lado, existen las visiones psicológicas que explican el autismo más como un problema de origen psicológico, en donde se encuentran involucrados la educación de los padres con los niños, el entorno familiar y social en el cual los niños se encuentran inmersos y la falta de capacidad que tienen estos niños para comunicar sus emociones, sentimientos y sus deseos.

En lo que respecta a los indicadores que sugieren que un niño puede padecer de autismo tampoco hay nada claro; existen algunos factores como la falta de lenguaje verbal articulado, la inversión de pronombres (que es el no poder hablar en primera persona), la falta de contacto visual con respecto a los demás, el poco interés que muestran para la socialización con los demás niños y adultos, así como las estereotipias que son movimientos corporales repetitivos y sin ningún tipo de coherencia aparente.

Como se puede percibir no hay una sola explicación acerca del origen del autismo, es una problemática que continúa en análisis y se siguen realizando muchas investigaciones.

Como sugerencia para los padres que identifican que su hijo puede presentar autismo, no acepten un diagnóstico de esta índole tan fácilmente, ya que debido a las grandes lagunas que existen con respecto al padecimiento, los diagnósticos que se realizan no son tan eficaces ni totalmente acertados; por ello, lo más conveniente es que si a su hijo le han diagnosticado autismo busque la opinión de varios especialistas como un psicólogo o psicoterapeuta y un neurólogo para tener ambos puntos de vista y, en caso de ser necesario, que el niño reciba una atención integral tomando en cuenta, tanto el aspecto médico como el aspecto psicológico.